«La gente odiamos que nos vendan, pero amamos comprar.»
Considera esta frase la próxima vez que quieras acercarte al directivo de una empresa que te gustaría representar. Las personas tenemos un chip en la cabeza que se activa al momento que alguien se acerca a ofrecerte desde una bolsita de totis o un seguro de gastos médicos. Peor aun, cuando te marcan por teléfono para informarte que tienes un crédito pre-autorizado para comprar una casa. Este chip también se activa cuando alguien te manda un correo o un mensaje por LinkedIn (recuerdan lo molesto que es Morero Grosso) para ofrecerte cualquier cosa y que les «encantaría agendar una cita para platicarte más de sus servicios.»
Comentarios recientes